Acabamos de dejar atrás el 2018, año en el que Castrosua cumplió siete décadas desde su fundación. Con tal motivo, no podíamos terminar este año sin antes hacer una retrospectiva por nuestra historia. Como empresa familiar, veremos la importancia que siempre han tenido las personas, su trabajo y su compromiso; pero también la innovación y la preocupación por estar a la vanguardia en cuanto a producción, calidad y tecnología.
Podríamos situar el prólogo de esta historia en 1926, en la villa ourensana de O Carballiño, con un niño que nace hijo de carpintero y crece trabajando la madera. Su nombre es José Castro Suárez. Empieza así una carrera apasionante, llena de retos y de logros, que se extiende hasta nuestros días, con el Grupo Castrosua ya consolidado como una compañía de referencia en el sector.
De O Carballiño a Vilagarcía
70 años nos separan de aquel 1948 en el que Castrosua iniciaba su recorrido. A su regreso del servicio militar, D. José Castro Suárez comienza en ese año su actividad como carrocero, en un pequeño local de O Carballiño. Su temprana instrucción como aprendiz de una carrocera lo ha vuelto hábil de un modo extraordinario en todas las fases de esta profesión: carpintería, chapa, pintura, estructura y remate.
En esos años se dedica a la reparación de coches y a la carrocería sobre madera, lo habitual en la época. La calidad de sus primeros encargos se ve reconocida muy pronto; “Pepe el carrocero”, lo apodaron por su éxito como artesano de la carrocería.
El local de 200 metros cuadrados de O Carballiño desaparece dos años después en un incendio. Este hecho, lejos de menguar el espíritu de entrega y compromiso de D. José, lo hace avanzar. Decide trasladar su taller a otro más grande en Vilagarcía de Arousa, donde la empresa adquiere una nueva dimensión: crecen los encargos, los recursos humanos y las infraestructuras.
La alianza con Pegaso
El primer encargo de Pegaso supuso un hito en la carrera de D. José y en la historia de Castrosua. A partir del éxito de esta colaboración, nos convertimos en su carrocera preferente.
En 1963 nos asentamos en Santiago de Compostela, en una nave de 5.000 metros cuadrados, donde carrozaremos los grandes encargos de Pegaso. La alianza entre las dos firmas hace que el prestigio de Castrosua se multiplique.
D. José consolida en estos años el espíritu que lo definió toda su carrera: se encarga personalmente de la formación de los nuevos profesionales, siempre focalizado en el que será un valor fundamental para la empresa hasta el día de hoy, la innovación.
Estamos en una época de gran desarrollo y especialización del sector en nuestro país, con Castrosua situada en la vanguardia en cuanto a materiales y diseños. En este contexto, la calidad de las carrocerías de D. José destaca y le brindan el reconocimiento a nivel nacional. La demanda se vuelve abrumadora.
Creación y salida de UNICAR
En los años 70 se funda Unión Carrocera (UNICAR), fruto de varias adhesiones y fusiones entre Castrosua y otros carroceros. Este proyecto nos da una nueva envergadura, con cinco plantas de producción y una capacidad de 900 unidades al año: Santiago de Compostela, Vilagarcía, Ourense, Chavín y Manresa.
Posteriormente D. José decide abandonar Unicar y adquiere a sus socios la planta de Santiago y hace constituir allí mismo la nueva Castrosua. En esta nueva etapa, estará acompañado por sus hijos Carlos, como economista, y José Manuel, como ingeniero. D. José recupera así el carácter familiar de la empresa, el cual seguirá siendo una de nuestras señas de identidad más importantes.
Especialización en el sector urbano y despegue
Los años 80 suponen la consolidación de Castrosua como uno de los principales productores de autobuses urbanos e interurbanos. En esta época se incorporan nuevas tecnologías y se desarrollan las plataformas de suelo bajo, el que sería el gran avance técnico del sector a nivel nacional. La expansión de la firma es inminente.
D. José ve una oportunidad de mercado en las Islas Canarias: la resistencia de nuestras carrocerías serían la solución perfecta para la corrosión producida por la humedad y el salitre. Con esta idea abre, en 1983, Insular Carrocera, situada en Las Palmas de Gran Canaria.
Ya en la década de los 90, la expansión empresarial continúa con la apertura de Cidsa (Castro Innovación y Desarrollo) en Santiago, dedicada al desarrollo de tecnología, y la compra de Carsa (Castro Carrocera) en Villagarcía.
Una nueva generación al frente
Dejado atrás el siglo XX, Juan Luis Castro, hijo de D. José, se incorpora a Grupo Castrosua primero como consejero delegado y después como presidente de la compañía.
La tercera generación de la familia también entra a formar parte del proyecto empresarial a través de Beatriz Castro, nieta de José Castro, actual vicepresidenta del Consejo y consejera delegada del Grupo. Ellos toman el testigo de D. José y dan continuidad a su labor, apostando por la tradición y la innovación, tal y como él hizo desde el principio.
En esta nueva etapa, además de superar los 550 empleados y los 90.000 metros cuadrados de instalaciones, suceden varios hitos relacionados con la sostenibilidad, una de nuestras líneas de acción más prioritarias.
70 años al servicio de tu confianza
El 2018 ha sido un año lleno de emoción para todos nosotros. Nos sentimos muy orgullosos de lo que somos y del camino que hemos recorrido desde ese día de 1948 en el que D. José fundaba Castrosua.
Son ya siete décadas, pero todavía nos quedan grandes retos por delante y muchos viajes por compartir.
¿Nos acompañas?
Que gran empresa se forjo a base de trabajo y esfuerzo enorabuena hacen falta empresas asi en este pais
¡Gracias Pedro!