Si hay una palabra que vaya a pasar a la historia cuando se hable del 2020 esa es, sin duda, “coronavirus”. En lo que llevamos de año, se han escrito ríos de tinta sobre la Covid-19, y todos sabemos que, por desgracia, aún queda tema para rato. También para el transporte de viajeros por carretera, uno de los más afectados por esta crisis.
Recientemente tuvimos la oportunidad de charlar con dos de los mayores expertos de este sector en nuestro país: Jesús Herrero, secretario general de Atuc, y Rafael Barbadillo, presidente de Confebus. Como no podía ser de otra forma, el impacto de la Covid-19 y las medidas que deben tomarse de cara a la recuperación fueron las dos grandes cuestiones centrales de nuestras entrevistas.
Ahora, metidos ya de lleno en el verano, la recuperación del sector del transporte es todavía más acuciante. Con el turismo (el cual aporta un 12,5% del PIB nacional) seriamente trastocado, la Secretaría de Estado de Turismo ha elaborado un protocolo sanitario frente a la COVID-19 para minimizar los riesgos de contagio por el virus en el transporte turístico, fundamental para garantizar la seguridad de viajeros y trabajadores y, sin duda, primer paso para la recuperación del sector.
Pero, primero, veamos algunos datos que muestran el calado de esta crisis.
Un duro golpe para el transporte de viajeros por carretera
Según datos del IRU, la organización mundial para el transporte por carretera, para este 2020 se estima una disminución del 57% en la facturación anual del sector en toda Europa.
Si el dato ya es alarmante de por sí, el escenario se vuelve todavía más oscuro si nos fijamos en el caso de España: las pérdidas llegarían hasta el 70%. De esta forma, nos situamos entre los cuatro países europeos más afectados, junto a Bulgaria, Suecia y Reino Unido.
La historia detrás de estos números es por todos conocida: férreas restricciones en el transporte público y en la movilidad general, así como prohibición de movimientos internacionales.
Si bien la movilidad urbana o interurbana se vio muy limitada durante la cuarentena, sí se permitieron algunos desplazamientos de causa mayor. Sin embargo, con la suspensión prácticamente total del turismo y de todas las empresas que gravitan a su alrededor, el golpe al transporte turístico ha sido el más duro dentro de todo el sector.
Medidas para la reducción del contagio en autocares y autobuses turísticos
Sin unas garantías de seguridad, la recuperación del transporte turístico no es posible. Frente a las amenazas del miedo al contagio y de la pérdida de control sobre la pandemia, hay una serie de medidas que todas las empresas implicadas deben implementar con absoluto rigor.
Uno de los puntos críticos pasa por la limpieza y desinfección completa de los vehículos, que debe realizarse tras cada servicio en condiciones de seguridad para el personal de limpieza.
Sobre ello profundiza también otro documento de referencia: el “Protocolo de limpieza y desinfección para el transporte público de viajeros por carretera”, elaborado por la Dirección General de Transporte Terrestre y la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación. En este documento encontramos pautas detalladas sobre las tareas de limpieza y desinfección que se deben llevar en el autobús: los productos más adecuados y su correcta aplicación; medidas para la seguridad del personal de limpieza; y, por supuesto, directrices para la limpieza y desinfección de vehículos y estaciones.
Por otro lado, las empresas deben proveerse de todos los recursos materiales necesarios para la reducción de riesgos y, periódicamente, deberán efectuar labores de mantenimiento verificando la funcionalidad de los equipamientos que se hayan instalado como medida de prevención frente al contagio y propagación de la COVID-19.
En el caso de los autocares y autobuses turísticos, estas son las medidas específicas que recoge la Secretaría de Estado de Turismo:
- Evitar el uso del asiento de trasportín, y primera fila de asientos, por ser lugar de paso y por su cercanía al conductor. En cualquier caso, debe atenderse a las disposiciones de las autoridades competentes respecto a la ocupación máxima de los vehículos.
- Establecer la sistemática necesaria para evitar aglomeraciones de los pasajeros a la subida o bajada del vehículo. Los pasajeros accederán al vehículo por la puerta trasera, manteniendo en la medida de lo posible la distancia interpersonal.
- Los pasajeros, si bajan del vehículo y vuelven a subir en el mismo vehículo (viaje organizado con paradas intermedias), se sentarán en el mismo asiento; para ello, la identificación/numeración de los asientos debe ser visible.
- Si se facilitan auriculares, serán desechables.
Desde Catrosua recomendamos la lectura de estos documentos al completo para garantizar la seguridad de trabajadores y usuarios.
Porque, con el compromiso de todos, lograremos superar esta crisis.
Foto de portada: https://www.shutterstock.com/es/image-photo/professional-chemical-cleaning-exterminator-bus-disinfection-1695308227