Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), el transporte es responsable del 29% de los gases de efecto invernadero que se emiten en España; especialmente, el transporte por carretera. Como respuesta, la misma institución ha definido un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (a desarrollar entre los años 2021 y 2030) que contempla una transición progresiva hacia modelos de transporte no emisores o no contaminantes.
En línea con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNlEC), el Congreso aprobó recientemente la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Esta nueva norma establece una serie de objetivos de cara a alcanzar la descarbonización de la economía española antes del año 2050, apelando para ello a sectores como el de la movilidad. La meta principal del Gobierno es contar en 2050 con un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO₂. Además, la norma establece que todos los municipios de más de 50.000 habitantes deberán adoptar durante los próximos años planes de movilidad sostenible que incluyan zonas de bajas emisiones.
Si se cumple lo previsto en el PNIEC y en la nueva ley, en el año 2030 contaremos con una importante presencia del vehículo eléctrico en España: 5 millones de unidades (incluyendo coches, furgonetas, motos y autobuses) serán eléctricos. Ahora bien, ¿cómo se llevará a cabo la electrificación del transporte público? ¿Están preparadas las empresas para encarar el coste de esta transición? ¿Estamos listos nosotros para satisfacer esta demanda?
¿Cuáles son las ventajas de esta electrificación y cuál es la postura de Castrosua? ¡Sigue leyendo!
Pasos previos a la electrificación del transporte público
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima está condicionado por la política energética y climática de la Unión Europea y por la respuesta internacional del Acuerdo de París (2016) para hacer frente al cambio climático. Desde que la Unión Europea fijó como objetivo para el año 2030 una reducción de gases de efecto invernadero del 40% respecto al año 1990, los países miembros han tomado medidas.
España se ha consolidado en los últimos años como uno de los estados europeos con más autobuses híbridos, cuyo uso supone una importante reducción de emisiones y un avance hacia la tan ansiada descarbonización del transporte público.
El principal objetivo, sin embargo, es caminar hacia una electrificación del transporte público total y que los desplazamientos de la ciudadanía se realicen sin contaminar el aire de las ciudades.
En nuestro país, los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) hablan de un crecimiento del 67,9% en la matriculación de vehículos eléctricos entre los años 2015 y 2019. En el año 2019, hubo un 272,2% más de matriculaciones de microbuses y autobuses eléctricos que en 2015, un hecho que adelanta cómo será el transporte público del futuro. La Administración Pública está cada vez más comprometida con la adquisición de vehículos cero emisiones y con la democratización del uso del transporte eléctrico: aumentar la presencia del autobús urbano eléctrico permitiría a la población desplazarse de manera cómoda, eficiente y respetuosa con el medio ambiente. De hecho, el Gobierno se ha comprometido a elaborar una ley de movilidad sostenible y financiación del transporte público que ayudará a cumplir algunas de sus ambiciosas medidas.
Todas las ventajas del autobús eléctrico
La industria de la automoción al completo, incluidas carroceras de autobuses como Grupo Castrosua, lleva años analizando las ventajas de la electrificación del transporte público y estudiando las opciones para mejorar y abaratar la fabricación de este tipo de vehículos. La producción de un mayor número de autobuses 100% eléctricos (causa que nos compete) tendrá los siguientes beneficios para la atmósfera, los ciudadanos y las empresas de transporte público:
- Reducción de la contaminación atmosférica: En los centros urbanos de algunas ciudades españolas, la contaminación atmosférica supera los límites seguros marcados por la Organización Mundial de la Salud. Un autobús 100% eléctrico genera 0 emisiones, por lo que su circulación mejoraría la salud del medio ambiente y la del ciudadano. La contaminación atmosférica está relacionada con la aparición de alergias y enfermedades respiratorias.
- Ahorro en combustible: Aunque la producción de un vehículo eléctrico sea más costosa que la de un vehículo tradicional, su adquisición compensa a la larga ya que nos ahorramos el elevado gasto asociado a los combustibles fósiles.
- Mantenimiento económico: El mantenimiento de un autobús eléctrico es más sencillo que el de un autobús gasolina o diésel. El vehículo eléctrico dispone de menos piezas y, por lo tanto, cuenta con menos elementos que experimenten desgaste. Como consecuencia, su mantenimiento es más barato.
- Menos contaminación acústica: Los vehículos eléctricos son más silenciosos, por lo que la electrificación del transporte público derivaría asimismo en una reducción de la contaminación acústica, que afecta especialmente al bienestar de la ciudadanía, sobre todo en los centros urbanos. Los desplazamientos silenciosos son además más confortables para los pasajeros.
En resumen, el autobús eléctrico se contempla como una herramienta imprescindible no solo para cumplir los acuerdos internacionales que esperan revertir los efectos del cambio climático a escala global, sino también para disfrutar de una movilidad sostenible en nuestra propia población. En España, grandes ciudades como Barcelona y Madrid han tomado la iniciativa y han comenzado la electrificación del transporte público con la ayuda de la Administración Pública y de entidades financieras. Las empresas municipales de transporte de estas ciudades están sumergidas en la renovación de su flota de autobuses para, poco a poco, alcanzar esa meta de las 0 emisiones.
Electrificación del transporte público en Barcelona
Barcelona lidera el transporte público bajo en emisiones de CO₂ y partículas en toda España. En la actualidad, el 63,3% de sus 1157 autobuses urbanos ya son limpios: se trata de vehículos propulsados con gas natural comprimido, híbridos o eléctricos. A este ritmo y según los últimos datos de TMB (Transports Metropolitans de Barcelona), la ciudad catalana será también quien encabece la electrificación del transporte público en nuestro país; esta empresa gestora adquirirá 410 autobuses limpios entre los años 2021 y 2024:
- 210 serán eléctricos de batería.
- 46 serán autobuses movidos por hidrógeno.
- 154 serán híbridos de gas. </li>
De esta manera, al llegar al año 2024, como mínimo un 62% de los autobuses de su flota serán vehículos de 0 emisiones.
Electrificación del transporte público en Madrid
Otra de las ciudades pioneras en la electrificación del transporte público en nuestro país es Madrid. El Gobierno municipal y la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) declararon recientemente su intención de que, en 2023, todos sus autobuses sean limpios: eléctricos, híbridos o propulsados con hidrógeno o gas natural.
Desde la incorporación de los primeros 15 autobuses eléctricos en el año 2018, la EMT ha continuado con la renovación de su flota y, tras la adquisición este año de 100 nuevas unidades 100% eléctricas, la ciudad terminará 2021 con unos 180 buses de 0 emisiones en circulación.
Un movimiento muy importante llevado a cabo por el Gobierno municipal y la EMT ha sido la inauguración en septiembre de 2020 de la primera línea de transporte público electrificada en la capital del país. La línea C03 bordea por el este la zona de bajas emisiones Madrid Central; esta línea opera con ocho autobuses (los fines de semana, seis) 100% eléctricos.
Además, no solo Barcelona dispondrá próximamente de autobuses propulsados por hidrógeno: la Comunidad de Madrid presentó hace unas semanas un nuevo autobús que funciona con pila de combustible de hidrógeno y que lo único que emite al medio ambiente es vapor de agua. Por el momento, el vehículo está en fase de pruebas, pero se espera que sea el primer autobús de hidrógeno en circular en España.
Grupo Castrosua trabaja a diario para ofrecer alternativas limpias, competitivas y eficientes a las empresas de transporte. Nuestra carrocera, experta en la personalización de autobuses atendiendo a las necesidades del cliente y las demandas de la sociedad, formará parte de esta electrificación del transporte público, paulatina y ordenada, que busca nuestro país. 2021 será un año de retos y novedades para nuestra firma. ¡Visita a menudo nuestra página web y nuestro blog para estar al tanto de las novedades! ;)
¿ Qué papel juega el trolebús en esos planes ?