Las bicicletas eléctricas, los hoverboards o los patinetes eléctricos son cada vez más frecuentes en nuestras calles; tanto es así que el Gobierno de España aprobó en noviembre de 2020 un decreto con nuevas medidas para la circulación de estos vehículos de movilidad personal (VMP) en entornos urbanos.
Estas nuevas alternativas para los desplazamientos en ciudad conforman lo que en nuestro sector llamamos micromovilidad y nos ofrecen una movilidad eficiente y amable con el medio ambiente. Además, los vehículos de movilidad personal son los aliados perfectos para acercar al usuario a las paradas y estaciones de transporte público, animando a dejar el coche particular en el garaje.
En este post analizamos las nuevas formas de movilidad con las que convivimos, señalando sus principales puntos a favor y recordando algunas de las normas para su uso en espacios públicos.
Bicicletas, patinetes y microcoches eléctricos: llega la micromovilidad
Muchos de vosotros estaréis familiarizados con las bicicletas eléctricas o los patinetes eléctricos pero desconoceréis en cambio el concepto de micromovilidad. La micromovilidad recoge nuevas alternativas eléctricas para la movilidad, entre las que se encuentran el patinete eléctrico o e-scooter, el hoverboard y las bicicletas eléctricas. Se trata de medios de transporte pequeños, ligeros y de baja velocidad, utilizados únicamente para desplazamientos de corta distancia. Son conocidos como vehículos de movilidad personal o VMP.
Una mayor popularización de estos vehículos ayudaría a reducir considerablemente el uso de vehículos con motor de combustión en la ciudad. Según la consultora y lab B4motion, experta en movilidad, la mayoría de los desplazamientos que se producen en ciudad son de menos de 5 km, una distancia que podría cubrir fácilmente una solución de micromovilidad casi a la misma velocidad que un coche.
Asimismo, los VMP son conocidos como vehículos de ‘first and last mile’ por su función de conectar a las personas con las estaciones o paradas de transporte público. Es lo que llamamos intermodalidad.
En muchas ocasiones, el ciudadano decide viajar en su vehículo particular en lugar de en transporte público porque vive distanciado de las paradas o las estaciones. Con un VMP a su disposición, los ciudadanos pueden desplazarse con rapidez desde sus hogares hasta las estaciones en las que tomar el bus o tren que les conduzca a su centro de estudios o de trabajo. La vuelta a casa desde la estación también resulta más ágil en VMP que en coche, reduciéndose la congestión en las carreteras.
Otra solución de micromovilidad que soluciona la primera y última milla es la del microcoche eléctrico, que de momento tiene menos implementación en España que los VMP aunque ya son muy utilizados en países extranjeros como China y son cada vez más demandados en Europa. Estos microcoches eléctricos son unos aliados fantásticos para potenciar la intermodalidad en las ciudades: por su tamaño pueden aparcarse en casi cualquier parte, tienen una autonomía que ronda los 150 km y, dependiendo de su potencia, alcanzan velocidades de entre 45 y 90 km/h.
Existe otra alternativa para los desplazamientos en ciudad que, junto con los VMP y los microcoches eléctricos, facilita una movilidad conectada: el carsharing, un servicio que permite alquilar coches por minutos u horas. Algo muy positivo para el medioambiente es que muchas de las empresas de carsharing solo alquilan vehículos eléctricos.
VMP y otras opciones de micromovilidad con un uso al alza como microcoches eléctricos ayudan a los ciudadanos a reducir su huella de carbono, acelerando el proceso hacia una movilidad sostenible.
Ventajas de las nuevas formas de movilidad urbana
Las ventajas de la micromovilidad son bastantes y muy interesantes:
- Al tratarse de medios de transporte que funcionan con energía eléctrica, contribuyen a la reducción de emisiones de CO2. Según datos del Institute for Transportation and Development Policy (ITDP), si el uso de la bicicleta eléctrica aumentase un 11%, obtendríamos una reducción del 7% en las emisiones de CO2 (generadas por los desplazamientos urbanos) en el año 2030.
- La posibilidad que brindan de acercar a los viajeros a las estaciones de autobús y tren favorece el uso del transporte público.
- Si más gente utilizase los VMP para cubrir distancias cortas, se aliviaría la congestión urbana.
- Estas nuevas formas de movilidad también ayudan a que las ciudades sean espacios más seguros y menos ruidosos.
¿Qué te parecen estos beneficios? ¿Crees que vale la pena apostar por microcoches eléctricos o por los VMP para cubrir distancias cortas en la ciudad?
Para que se incremente el número de personas que cambian el coche por un e-scooter, una bicicleta eléctrica o propuestas similares, las instituciones y gobiernos municipales tienen asimismo que invertir en la micromovilidad. ¿Cómo pueden hacerlo? Ofreciendo a la ciudadanía un parque público de bicicletas eléctricas u otros VMP, habilitando zonas de carga para las baterías de estos vehículos eléctricos, acondicionando zonas de aparcamiento para estas nuevas formas de movilidad urbana, señalizando cómo debe ser su circulación en ciudad…
Porque sí, como indica el Real Decreto 970/2020, de 10 de noviembre de 2020, los usuarios de los VMP han de cumplir una serie de normas y deberes para que estos vehículos convivan armónicamente con autobuses, con los vehículos de motor de combustión y con los peatones.
Normas para los Vehículos de Movilidad Personal
El decreto aprobado en noviembre de 2020 con nuevas medidas urbanas de tráfico define los vehículos de movilidad personal como “vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza y propulsados exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h. Solo pueden estar equipados con un asiento o sillín si están dotados de sistema de autoequilibrado. Se excluyen de esta definición los vehículos sin sistema de autoequilibrado y con sillín, los vehículos concebidos para competición o los vehículos para personas con movilidad reducida”.
Los VMP más utilizados en España son los vehículos tipo Segway, el hoverboard, el patinete eléctrico y la bicicleta eléctrica (sí, la bicicleta eléctrica reglamentaria debe contar con un motor nominal de no más de 250 W y alcanzar una velocidad máxima de 25 km/h; de lo contrario se consideraría un ciclomotor y su uso estaría regulado por otras normas de seguridad vial).
Precisamente para garantizar esta seguridad vial, también los VMP deben respetar una serie de normas de tráfico, al igual que hacen otros vehículos. En el caso de los vehículos de movilidad personal:
- Tienen prohibida su circulación por aceras y zonas peatonales.
- No pueden circular por travesías, vías interurbanas, autovías que transcurran dentro de poblado o túneles urbanos.
- No pueden superar una velocidad de 25 km/h.
- Los conductores de VMP están obligados a someterse a las pruebas de detección de tasas de alcohol y de presencia de drogas.
- No pueden conducirse con auriculares o utilizando el teléfono móvil.
- El número de personas transportadas en un VMP no podrá ser superior al de las plazas que tenga autorizadas.
- De noche o en situaciones de escasa visibilidad, el VMP debe disponer de algún tipo de alumbrado o el conductor debe llevar prendas o elementos reflectantes que permitan ser visto por el resto de conductores.
Incumplir cualquiera de estas normas conlleva importantes sanciones económicas.
Algunas cuestiones como cuál es la edad mínima para conducir un Vehículo de Movilidad Personal, la necesidad de llevar casco o la obligación de disponer de un seguro no han sido reguladas por la Dirección General de Tráfico (DGT), quedando así bajo el criterio de cada administración local.
¿Conocías toda esta información sobre los vehículos de movilidad personal, los microcoches eléctricos o el carsharing? En Castrosua defendemos que la micromovilidad nos sitúa mucho más cerca de esa movilidad sostenible a la que aspira el sector de la automoción. El uso combinado de soluciones de micromovilidad y un transporte público que tiende también a la electrificación es el futuro más responsable de la movilidad urbana. ¿Damos entre todos una oportunidad a estos nuevos vehículos? ¡Queremos saber vuestra opinión!